Cuando para desempatar se tenía que acudir al "sorteo"

...cara, cruz o bambino?

"La eliminación del Bambino"

El bambino Franco Gemma extrae la papeleta que aparta a España del Mundial de 1954. Imagen de la Hemeroteca de Mundo Deportivo. Edición 13 de marzo de 1983.

La Selección española no estuvo en la Copa Mundial de Suiza 1954. Incapaz de deshacerse del equipo turco en las eliminatorias de clasificación, se recurrió a un sorteo, en el que un niño italiano, Franco Gemma, sacó la papeleta con el nombre de Turquía. El episodio es conocido como "la eliminación del bambino".

España había derrotado en el Santiago Bernabéu a los turcos por un contundente 4 a 1, pero el partido de vuelta disputado en Estambul se perdió por 1-0. No valía entonces la diferencia de goles y hubo de celebrarse un partido de desempate.

El desempate tuvo lugar en campo neutral: el Estadio Olímpico de Roma el 17 de marzo de 1954, y terminó con empate a dos. Tal y como por entonces indicaba el reglamento de la FIFA, se acudió al sorteo a pesar de los infructuosos intentos de la delegación española por celebrar un nuevo encuentro.

Se inscribieron en sendas papeletas los nombres de las dos selecciones y se introdujeron en una Copa de las muchas que había en el estado Olímpico romano. ¿Quién debía ser la mano inocente de tan improvisado bombo? ¡Menuda papeleta! Un bambino que se encontraba por la zona, hijo dicen de un directivo italiano, fue escogido al azar para tan ingrato menester. Al inocente bambino, de nombre Franco aunque apellidado Gemma, le vendaron los ojos y... extrajo la papeleta de Turquía, dejando a España fuera del Mundial.

El bambino, según recoge el Mundo Deportivo, fue considerado un héroe por los turcos, recibiendo la insignia de la Federación turca de fútbol.

Fue la primera de las dos ocasiones en las que un tal Franco apeaba a la "furia roja" de una competición. La otra ocurrió en 1960 cuando Franco, "El Generalísimo", prohibió a España disputar frente a la Unión Soviética la eliminatoria de clasificación para la Eurocopa de Francia.

Aficionados y jugadores suelen afirmar que jugarse un partido a los penaltis es injusto. Es una lotería. Seguro que Kubala, Puchades, Campanal o Gainza..., -privados todos ellos de jugar un Mundial por una papeleta escogida por un bambino-, o la selección soviética -privada de jugar una final de Eurocopa por una moneda- hubieran escogido la opción de los penaltis si se les hubiera ofrecido dicha alternativa.

Es posible que los penaltis no sean la mejor manera de dilucidar un partido, pero, al menos los jugadores tienen la posibilidad de prepararlos y dependen de ellos mismos. Menos posibilidades de preparación requiere jugársela a "Cara o Cruz" o "Águila o Sol" - como dicen en Méjico- o al "Cara o Seca" para los argentinos. Hasta 1970, fecha en la que se implantó el "goal average" y las tandas de penaltis para decidir eliminatorias, la moneda al aire o la extracción de una papeleta era la alternativa a la persistencia en el empate.

Estampa conmemorativa de la Eurocopa de 1968.
El equipo italiano de Zoff y su capitán Fachetti pasaron a la final de la Eurocopa del 68 tras ganar a la Unión Soviética por sorteo. Después se proclamarían campeones, aunque esta vez tras disputar un partido de desempate.

Afortunadamente no fueron muchos los partidos que se dilucidaron por este método, pero suficientes para que los organismos futbolísticos se percatasen de la necesidad de cambiar tamaña injusticia.

En la semifinal de la Eurocopa de 1968, celebrada en Italia, a los azzurri se les puso la suerte 'de cara'. Italia y la Unión Soviética no fueron capaces de deshacer el empate a cero durante los 90 minutos de partido más los 30 de prórroga. La celebración de un partido de desempate sólo estaba previsto para la final, así pues los semifinalistas tuvieron que acogerse al dictamen de la moneda. Los dos capitanes acompañaron al árbitro del partido, Tchenscher, a los vestuarios mientras que los demás jugadores aguardaba en el terreno de juego. Giacinto Fachetti, capitán de los azzurri, fue quién salió con la alegría reflejada en su "cara", el mismo lado de la moneda que les otorgó la victoria para disputar la final del campeonato.

LA ELIMINATORIA MÁS LARGA DE LA HISTORIA. También la 'cara' resultó ser la decisión más acertada en un torneo argentino disputado en 1962. Las selecciones de Mar del Plata y Necochea tuvieron que disputar una eliminatoria de ¡tres partidos, más otro de 26 minutos (el segundo encuentro tuvo que suspenderse por invasión del campo), más dos tiempos suplementarios de 30 minutos y una tanda de penaltis¡. Y al final,,, fue una moneda la que decidió la eliminatoria. Necochea, que eligió cara, se llevó finalmente el triunfo y pasó la eliminatoria, dejando "seca" - la cruz en las monedas argentinas- a la escuadra de Mar del Plata.

IRLANDA Y HOLANDA EMPATARON EN TODO. A pesar de que con la implantación del goal average y la diferencia de tantos (usado ya en la Copa Mundial de 1970), resulta más complicado "sortear" un final, la FIFA establece en su reglamento que "se establecería un sorteo a cargo del comité organizador" en el caso de que persistiese el empate a puntos, diferencia de goles y mayor número de goles anotados en el grupo. Aunque parezca imposible, la circunstancia tuvo lugar, si bien resultó menos traumática para los equipos afectados. Ocurrió en el Mundial de Italia de 1990. Irlanda y Holanda quedaron empatados en todo en segunda posición del grupo F de la fase final. Afortunadamente, por entonces pasaban a octavos los cuatro mejores terceros de los seis grupos, por lo que el comité organizador sólo tuvo que "sortear" el emparejamiento de ambos equipos en octavos. A Holanda le correspondió Alemania y fue eliminada. A Irlanda le tocó Rumania y pasaron a cuartos tras disputar una tanda de penaltis.

Furiaroja.com
Fuentes:
-
"El arco cambiado". Pablo Iván. www.canaltrans.com
- Hemeroteca Mundo Deportivo. Edición 13 de marzo de 1983
- "Historia del Fútbol". J.A.Bueno y M.A.Mateo
- www.wikipedia.org